ELLA
Una gorra para cubrir las canas que ni los tintes enmascaran. Tan negra como era su pelo demasiados años atrás. Relieves de expresión en la frente que muestran el paso de la vida, los surcos de la senectud. Las cejas casi imperceptibles, tan elevadas como arqueadas, reflejando el entusiasmo de una visión. La ilusión en la mirada. Ojos grises bien usados y muy vividos, con un gesto de antigüedad y pestañas invisibles, a juego con las estrías que adornan…