LEO Y EL LIBRO
Polvo y una pequeña telaraña adornaba el lomo del cuento en lo más alto de la estantería. Abandonado y triste. Inerte para los habitantes de aquella casa tan ocupado que no se preocupaban de cuidar lo más valioso que tenían: los libros antiguos. Se sentía el patito feo entre tantos libros nuevos, relucientes y ubicados en mejores posiciones de los estantes. Nadie se fijaba un poco más arriba. Con la hojas amarillentas, pegadas y emanando ese olor tan característico de…