EL SECRETO
Su abuelo le reveló el secreto. Tocando el cuadro del salón cruzaría al limbo donde esperan los seres queridos fallecidos. Allí estaría ella, ansiosa por verla. No sé conocieron, pero su abuelo le había contado tantas cosas de ella que la tenía siempre presente. No podía creerlo.
La mano temblorosa, el sudor en la frente y la boca seca. Posó su mano sobre el cuadro y un halo de luz y felicidad la invadió. La vio. Se sonrieron y una lágrima cayó por su mejilla. Fue breve, intenso y mágico.
Podía ver cada día a su abuela. A veces era un guiño, una sonrisa, un beso pero lo suficiente para que el vínculo entre ellas creciera.
**Relato escrito para las actividades de Microrrelatosies