EL VECINO

EL VECINO

La quietud y la calma caracterizan las calles. Mucho más de noche. Solo el silbido del viento y algún maullido de gato. Paz y tranquilidad mientras estaba inmerso en la lectura de mi última adquisición. Una novela de intriga y misterio que me estaba ayudando en la noches de insomnio que venía sufriendo las últimas semanas.

Sumido en la lectura, un ruido me sacó del letargo en el que me estaba dejando caer. ¿A estas horas? ¿Moviendo muebles? Supuse que alguien más estaba desvelado y no le quise dar más importancia, pero desde luego no era el momento. Seguí avanzando páginas y, de nuevo, el mismo arrastre. ¿Se podía ser más egoísta? Definitivamente, no.

Ahora que procuraba que mis pulsaciones bajaran y que la relajación me llevara al sueño más profundo, el sonido molesto de arañar el suelo conseguía el efecto contrario. Intenté obviar el hecho de que el vecino de la planta superior decidiera cambiar el mobiliario en plena madrugada y pensé que una buena infusión y un capítulo más me ayudarían a conseguir mi objetivo. Dormir.

Nada más lejos de la realidad. Noté que el arrastre de muebles era cada cinco minutos. Exactos. Lo supe porque puse el cronómetro para controlarlo y me di cuenta de que no tenía sentido. No podía ser casualidad y eso me extrañó. Y me intrigó. Despertó en mi todos los sentidos y la facultad de imaginar.

¿Qué podía estar pasando? ¿Por qué arrastraba un mueble cada cinco minutos exactos? ¿Era la primera vez que lo hacía o lo llevaba haciendo tiempo y nadie se había dado cuenta? Necesitaba dar respuesta a cada una de las preguntas.

Continuará…

Si te gusta, comparte

3 comentarios en «EL VECINO»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *