DOSCIENTOS OCHENTA Y CINCO DÍAS

DOSCIENTOS OCHENTA Y CINCO DÍAS

No sé qué está pasando. Estaba flotando y el sonido como de tambor lejano han hecho que, de repente, mi caja interior se acelere. También estoy notando una presión, unos movimientos extraños que provocan que, involuntariamente, quiera empujar y no puedo parar de moverme. Tengo sueño, pero no puedo dormir. Cada poco noto que mi cuerpo se estremece, que mi casita acuática se revuelve y remueve. De repente, estoy bocabajo. ¿Qué está pasando?

Tengo sueño y hambre, pero mi corazón bombeante no me deja dormir. Los sonidos de fuera tampoco ayudan. Son gritos muy desagradables y creo que también hay algún llanto. Reconozco ese sonido porque lo he oído otras veces, pero ahora está tardando mucho en parar. Además, unido a los gritos solo puedo sentir un nerviosismo que quiero que acabe ya. Pero, ¿Qué están haciendo fuera?

Mi espacio húmedo está encogiendo, me siento una bolita y la presión cada vez es mayor. No puedo parar de empujar y de retorcerme y mi corazón late mucho más fuerte que antes. Quiero llorar y gritar, pero nadie me oye. Yo si que oigo todos los sonidos exteriores: “piiii… piiii… piii…” ¿Por qué no paran todos estos ruidos?

La presión es insoportable. Noto una fuerza. Me empujan desde fuera. Apenas puedo respirar y me duele todo. Tengo miedo. Veo una luz y siento un frío que me paraliza. ¿Qué ha pasado?

Nuevos olores. Me arropan. Empiezo a entrar en calor. Lloro. Succiono. Siento amor. Vivo. He nacido.

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