MI NUEVO YO
Una hora en el tren donde estuve dándole vueltas a las palabras que pronunció el doctor con su tono aséptico, impasible, inexpresivo. Tan frío como la sala de espera donde tantas veces esperé esta cita. Se había acabado. Ya no habría más revisiones, ni más analíticas, ni incertidumbre, ni recelo. Era libre. — Estás curado. Esta es tu última revisión. Así salí de aquella sala. Perturbado por todo lo que iba a pasar a partir de ese momento. Volvería a recuperar…