F. F.
Aquella carta la perturbó sobremanera porque era tan enigmática que dudaba entre creer que era una broma sin gracia, o bien una realidad a la que enfrentarse. No eran muchas en aquella época pero, entre todas, Teresa destacaba por sus retratos realistas, justo lo que buscaba el misterioso modelo. La cita era dos semanas más tarde, el tiempo justo para organizar su equipaje y trasladar su estudio a una Alemania todavía en guerra. Todo aquello era tan misterioso como intrigante…