CON TU NOMBRE
Debían ser las nueve de la noche cuando Emma se quedó, por fin, sola en la sala. Ya habían pasado decenas de familiares y amigos para darle el último adiós a su madre. El vaivén de gente entrando y saliendo, saludando y despidiendo, no le habían dejado un momento para vivir el proceso. El hecho de que su madre iba a fallecer lo tenía más que asumido. Sabía que era una cuestión de tiempo y, desde que tomaron la decisión,…