ARCOIRIS
Un haz de luz nos despertó al amanecer. Rozaba mis ojos y quise alcanzarlo con la mano para sentir su calor.
Esos colores que me representarían de por vida, esa caricia que noté en el antebrazo y que esperaba me despertarán cada mañana.
Ese arcoiris que nos ordena y clasifica dentro de lo no catalogable.