HANSEL Y GRETEL
¡Mamá! ¡Papá! ¿Dónde estáis? Venga, salid de donde estéis que el cielo se está empezando a poner oscuro. No te preocupes, Gretel, seguro que vuelven en un momento. Habrán ido a por más leña para el fuego que la hoguera ya se está apagando.
¡Papá! ¡Mamá! ¿Estáis ahí? ¿Habéis ido a buscar comida? Pero si ya apenas tengo hambre. A mi se me ha pasado, mi barriga ya no suena y la de Gretel hace rato que no la escucho.
¡Gretel! ¡No te alejes! Ven, dame la mano y no llores. Vamos a seguir el camino que al fondo se ve una luz. No pasa nada, hermanita, estamos juntos y no me voy a separar de ti. Vamos a ver qué es esa luz. Seguro que mamá y papá están buscando comida.
Tu barriga está rugiendo ahora más fuerte y nuestros padres saben cómo calmar al león que llevas dentro. Un buen trozo de pan y el león se dormirá, ya lo sabes.
¡Venga, Gretel! ¡No te pares! Casi no veo el camino y hoy no es luna llena, así que será más difícil ver si la oscuridad avanza. Recuerda lo que nos dijo papá: si el camino no se ve, es mejor buscar refugio y continuar andando al día siguiente.
¡Mira, Gretel! La luz de la casa sigue encendida y veo la puerta abierta. ¡Huele tan bien! Ojalá mamá esté dentro cocinando y papá encendiendo la chimenea.
¡Mamá! ¡Papá! ¿Estáis ahí?