LEER
Leer, leedles cada día, aunque el cansancio apremie y a pesar de que solo deseas descansar y recuperar fuerzas. Es fundamental que adquieran el hábito, que aprenda a disfrutar de las historias, los cuentos, los relatos.
Si cada día lo haces plantarás esa semilla, que a algunos nos vino de alguna otra forma, y tarde o temprano dará sus frutos. Será un regalo para toda la vida y, si el objetivo no se consigue, seguro recordarás y ellos recordarán esos momentos finales del día donde el último esfuerzo se ve recompensado con un beso de buenas noches.