START
Lejos de sentir el alivio del descanso del fin de semana el tedio le invadía cada sábado por la mañana. Siempre el primero para acoplarse en la mejor esquina. Libro entremezclado con ropa en las dos bolsas del Ikea. Dirección al autoservicio sabía que las horas se hacían eternas mientras el tambor con la ropa daba vueltas.
Desde allí podía ver el entrar y salir. Y la vio. Cargada como él. Con la monotonía por bandera. La intuyó novata. Le pidió ayuda y no se la negó. Un pequeño roce de dedos al pulsar el botón. Start. Eso pensó él. Eso deseó ella.
Disparador creativo: Microrrelatosies