TIEMPO
Reloj… Total… ¿para qué? Ya no hay prisas por llegar, se han cancelado las citas previstas, las reuniones se aplazan y, desafortunadamente, el tiempo no importa. No hay que correr para llegar, no hay horarios ni rutinas. Solo un esquema aproximado de las tareas planificadas para cada día. ¿Y si la jornada se complica? Pues mañana ya se verá… Los relojes se desvanecen, se derriten por el desuso y el hastío de no servir.